#CULTURA

DÍA MUNDIAL DE LA DANZA 2023

Centenario Rey de Viana

La Diputación de Pontevedra dedica el Día Internacional de la Danza de este 2023 a una figura muy relevante de la cultura gallega, fundamental en la conservación y en la difusión del folclore tradicional: José Manuel Rey de Viana. El 23 de abril se cumplirán cien años de su nacimiento y queremos poner en valor su huella en la danza actual gallega, portadora de vanguardia, pero embajadora de nuestro legado.

Aprovechando la proximidad del día propio del centenario y del Día Internacional de la Danza, proponemos un doble acto en las sedes de la Diputación en Pontevedra y en Vigo, en colaboración con el Ballet Folclórico Galego, que está compuesto por alumnado de diferentes agrupaciones folclóricas de Galicia que dirige Eduardo Alves da Costa Lojo: la Escola de Danza Vila de Baiona (Baiona), la Agrupación Folclórica CEAR Castromao (Mondariz) y la Agrupación Folclórica Hai Que Roelo (Cuntis)

Viernes 28 de abril – Puerta del Sol (Vigo), a las 19 h

Sábado 29 de abril – Pazo Provincial (Pontevedra), a las 12 h

Ballet Maite Quiñones (repertorio clásico y contemporáneo)

Ballet Folclórico Galego (coreografías de J. M. Rey de Viana)

Actuación conjunta. Duración: 1 h y 15 min

Confirmación de asistencia: participa.cultura@depo.gal


JOSÉ MANUEL REY DE VIANA E O BALLET GALEGO REY DE VIANA

El Ballet Galego Rey de Viana (BGRV) nace en 1949 como iniciativa personal de José Manuel Rey de Viana, que desde niño creció y se formó con ese objetivo: crear en Galicia una compañía coreográfica a imagen de las grandes compañías de danza del mundo. El fundador del BGRV se formó junto a grandes nombres de la danza moderna y aprovechó su estancia en Alemania para perfeccionar su técnica clásica y profundizar en el estudio de la danza folclórica mundial.

De regreso a su Galicia natal, y en unión con Vitoria Canedo, su esposa, máxima colaboradora y maestra de baile, se propuso como principal reto en su carrera profesional la exaltación de la danza de carácter popular y la dignificación de los bailes gallegos. Para alcanzar estos objetivos, el coreógrafo comenzó su trabajo y recorrió Galicia para recuperar con total respeto las características autóctonas de aquellas danzas, leyendas y tradiciones en las que se reflejaba el carácter del pueblo gallego; material que luego recrearía en sus propias coreografías. Al mismo tiempo, realizó una profunda investigación de la indumentaria y del vestuario de las distintas zonas de Galicia a través del tiempo. El resultado fue una cuidada recuperación de los trajes de finales del siglo xviii, de vivos colores, elaborados en seda y bordados con piedras de azabache finamente trabajadas.

Los comienzos del BGRV fueron lentos y desalentadores —en la Galicia de los cincuenta no se disponía de la más mínima infraestructura, ni de la tradición necesaria para el desarrollo de una compañía de estas características— por lo que la primera actuación pública del BGRV no fue hasta 1955 en A Coruña. Aquel día 36 personas, de las que 24 integraban el cuerpo de baile, representaron un conjunto de danzas que procedían de las montañas y de las zonas costeras. En estos bailes se mezclaba la danza tradicional con la visión original y particular que sobre el baile tenía José Manuel Rey de Viana, mezcla que se convertiría en la marca de fábrica del BGRV.

REY DE VIANA

A partir de aquella actuación la compañía comienza una gira —palabra demasiado ambiciosa para la época— por distintos escenarios gallegos, pero no será hasta 1959 cuando reciba la primera invitación de un organismo público. Ese año, el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid invita a la compañía a participar en el Festival de Danza Hispanoamericana que tuvo lugar en la plaza de toros de Cáceres. Seguirán actuaciones por todo el mundo, tanto por Europa (París, Londres, Madrid, San Remo, Bruselas, Dublín, Holanda…) como por el continente americano (Nueva York, Buenos Aires, México…), participaciones en festivales como el Festival Mundial de Ballet Folclórico en Venecia; el Festival de Guanajuato , en 1979, en México; el Festival Intercéltico de Lorient, en 2001; una gira por Sudamérica dentro de la organización de los famosos Festivales de España y actuaciones en el pabellón español de la Feria Mundial de Nueva York durante tres meses.

Fruto de este trabajo el BGRV recibió 20 premios internacionales y nacionales, entre los que destacan el primer premio Ciudad de Cáceres del Festival de Danza Hispanoamericana en 1959; el galardón al mejor conjunto extranjero en los Festivales Internacionales de Bélgica; el título de Primer Ballet Folclórico del Mundo, otorgado en el Festival Céltico de Quimper, en Francia, en 1969; el Alfonso X El Sabio; la Medalla de Oro de la Feria Mundial de Nueva York; la Medalla de Oro del Festival Milenario de Luxemburgo o el Pedrón de Ouro, que se le entregó en 1966 a José Manuel Rey de Viana, haciéndose público el testamento que el BGRV le legaba al pueblo gallego.

En 1991, con la puesta en marcha del Instituto Gallego de las Artes Escénicas y Musicales (IGAEM), el BGRV se convierte en parte de este organismo autónomo, como unidad de producción de espectáculos coreográficos. En esta etapa con el IGAEM el BGRV siguió con giras por diferentes ciudades españolas; también estuvo en Nueva York en dos ocasiones (1993 y 2002) y en Argentina, Chile, Uruguay, etc.

Tras la muerte de su fundador en 1995, y con el objetivo de dar continuidad a su obra, la dirección de la compañía la asume su esposa y máxima colaboradora, Vitoria Canedo, quien hasta ese momento había ocupado el cargo de subdirectora. Durante esta etapa se crean nuevas coreografías fieles a la identidad del proyecto. La actividad de la BGRV finaliza en 2005, con el cese de Vitoria Canedo.

Desde que se fundó el BGRV pasaron por su escuela más de mil bailarinas y bailarines, que hoy en día desarrollan su labor artística en agrupaciones profesionales y escuelas de danza que mantienen vivo su legado.

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