Madroños de Cabeiro
- Especie: Arbutus unedo L.
- Familia: Ericaceae
- Localización natural: orlas de bosques y laderas pedregosas desde el nivel del mar hasta los 800 m
- Edad: entre 100 y 125 años
- Porte: 12,50 y 8,50 m
- Tronco: 1,02 y 1,04 m
- Copa: >100 m2
- Municipio: Redondela
- Parroquia: San Xoán de Cabeiro
- Lugar: Cabeiro
- Altitud: 232 m s. n. m.
- Coordenadas: 42.256765, -8.625998
- Titularidad: Tomé Soneira Beiras
Historia
Es muy probable que, en tiempos pasados, los montes de Cabeiro y de A Madroa estuvieran poblados por un gran número de madroños (Arbutus unedo), una especie autóctona que encuentra en estos terrenos atlánticos un hábitat ideal. No obstante, con la llegada de la explotación forestal intensiva, muchos de estos árboles han ido desapareciendo, por la sustitución de la flora autóctona por especies de crecimiento rápido y alto rendimiento comercial. Hoy en día, estos árboles foráneos dominan el entorno de la finca donde sobreviven los dos madroños catalogados, lo que los convierte en un verdadero testimonio vivo de lo que fue el paisaje original de la zona.
El madroño es una especie con un papel fundamental en el equilibrio ecológico: favorece la biodiversidad y sus frutos sirven de alimento para muchas aves e insectos en una época del año en la que el alimento escasea en el bosque.
En el plano cultural, el madroño también destaca. Está presente en el imaginario popular gallego a través de cuentos y leyendas, muchas veces asociado a la magia y a la protección de caminos y fuentes, y tuvo un lugar destacado en la vida cotidiana de las comunidades rurales. Sus frutos rojos, dulces y ligeramente ácidos se aprovechaban para elaborar mermeladas, aguardientes artesanales e incluso postres tradicionales. En las antiguas boticas, las distintas partes de la planta se utilizaban con fines medicinales: las hojas y la corteza servían como astringentes y antisépticos naturales.
En la actualidad, conservar y poner en valor ejemplares como los de Cabeiro no es solo un acto de respeto hacia la naturaleza, sino también una forma de mantener viva la memoria ecológica y cultural de todo un territorio.
Entorno
Los monumentales madroños se encuentran dentro de la región eurosiberiana, en el sector galaico‑portugués, donde domina la serie de los robledales colino‑montanos acidófilos, conocida como Rusco aculeati‑Querceto roboris. En concreto, esto significa que, en ausencia de alteraciones humanas importantes, la cubierta vegetal dominante estaría formada por robles (Quercus robur) en formaciones densas adaptadas a suelos más ácidos y con clima atlántico húmedo, combinados con un sotobosque de arbustos como rusco (Ruscus aculeatus), durillo (Viburnum tinus) o madroño (Arbutus unedo), y herbáceas típicas de ambientes sombreados y húmedos. Asimismo, en las riberas de cursos fluviales y zonas más frescas aparecen sauces, alisos, fresnos y castaños como parte de la vegetación de ribera. Se trata, por tanto, de bosques caducifolios de robles adaptados al clima atlántico húmedo y suelos ácidos, con un estrato arbustivo variado y ribera bien desarrollada, que constituirían la vegetación clímax esperable en Redondela si no mediara intervención humana.
