Castaño (gal. castiñeiro)

Castanea sp.

Castiñeiro

Familia:Fagaceae

Árbol caducifolio

Origen: regiones templadas del hemisferio norte.

Porte y altura: puede alcanzar los 30 m de altura; su copa es amplia.

Hojas: caducas, alternas, con los nervios bien marcados y de borde dentado o serrado.

Flores: es un género monoico con flores unisexuales. Las masculinas son largos amentos erectos; las femeninas están dispuestas en la base del dicasio masculino sobre un largo pedúnculo. Florecen de mayo a junio.

Fruto: denominado castaña, tiene una cáscara fuerte y flexible, y está contenido en una envoltura o protuberancia espinosa que se abre al madurar.

Utilidades y curiosidades: aporta valor ecológico, productivo, paisajístico y monumental. Su madera de color amarillento es de muy buena calidad, de dureza media, elástica y flexible. Se emplea para fabricar muebles y en construcción, ebanistería, tonelería, etc. Hay especies o híbridos que producen buena madera y otros que son mejores productores de fruto. Es un género muy longevo que puede superar los 500 años. Hay varios ejemplares de castaño en Galicia incluidos en el Catálogo gallego de árboles singulares. También se usa con fines ornamentales y funciona bien como árbol de sombra, pero se cultiva y conoce más por la producción de castaña, fruto muy valorado a nivel culinario. Existen varias creencias o teorías de cómo llegó el castaño a Galicia e incluso hay quien dice que realmente es de aquí, ya que, aunque la mayoría de las y los autores defienden que fue introducido en la península ibérica por los romanos, recientes estudios de polen fósil indican que ya estaba presente antes de las últimas glaciaciones.

La especie más común en Galicia es Castanea sativa, aunque en el último siglo se han introducido otras, como el castaño japonés C. crenata para luchar contra la enfermedad de la tinta que, junto con la enfermedad del cáncer, redujo drásticamente la población de castaños autóctonos. Los híbridos entre varias especies, que buscaban una resistencia a estas enfermedades, dieron cabida a muchas nuevas repoblaciones forestales de Galicia.

Necesidades y cultivo: se desarrolla bien en climas templados, frescos y húmedos, entre los 500 y los 1.200 m de altitud, aunque también puede cultivarse a nivel del mar. Necesita mucho espacio para desarrollar su amplia copa. Prefiere suelos ácidos, profundos y húmedos, pero bien drenados y ricos en materia orgánica. Resiste bien las bajas temperaturas del invierno, pero tolera mal la sequía y las heladas primaverales o tardías, ya que afecta a la producción de nuevos brotes y frutos. Los árboles nuevos no crecen bien en exposiciones soleadas.