Nació en Viascón (Cerdedo-Cotobade) en 1920, donde vivió hasta los 12 años, y comenzó a tocar con sus hermanos Jesús y José, con los que formó el grupo infantil Airiños do Cañón de Buxo. En esta etapa ve tocar por las calles de Pontevedra durante el Corpus a Xoán Tilve Castro, el Gaitero de Campañó, y guardia en su memoria algunas piezas de su repertorio, marcado por aquel toque cerrado que reivindicaría años después. Los títulos de sus discos en solitario hacen referencia directa a su lugar y municipio de nacimiento: Festa en Viascón y Alborada en Cotobade. En los años 80 dirigió la Escuela de Gaitas de Carballedo (Cerdedo-Cotobade) a propuesta de Wenceslao Cabezas, Polo, quien años atrás había fundado la Escuela de Baile.

En 1932 se trasladó a Vigo con su familia, donde recibió el magisterio en la gaita de Xosé Oliveira Blanco, Pepe o Moreno, del grupo Os Morenos de Lavadores. Sin lugar a dudas, la Ciudad Olívica siempre fue un lugar de referencia en su trayectoria, a la que siempre que podía iba para visitar a su maestro y otros amigos gaiteros; donde había una gaita allí estaba Portela. La inmensa mayoría de los músicos que tocaron y grabaron con él también eran vigueses, como su hermano Jesús, los miembros de Vento das Cíes y otros como Wenceslao Cabezas del Toro (Escuela de Danza Municipal de Vigo), Francisco Estévez, Chuco, (ETRAD) o Antón López (Treixadura), y mantuvo una estrecha amistad con grandes referentes de la gaita como Antón Corral (Taller de Gaitas y Zanfonas de la Universidad Popular) o Nazario González, Moxenas.

Ese sentir vigués quedó plasmado en las fotografías de su primer disco, Irmáns Portela, realizadas en el monte de O Castro y en el pazo Quiñones de León. A partir de la creación del Taller de Gaitas y Zanfonas de la Universidad Popular, en 1983, Portela mantuvo un contacto permanente con Antón Corral, con el Grupo Didáctico y con la Banda de Gaitas Xarabal, de la que fue padrino, y en la que nuevos gaiteros como Carlos Núñez, Anxo Pintos o Xosé Manuel Budiño, que marcarían el futuro de la gaita en la siguiente década, aprendían los secretos del Mestre de Viascón.

En 1959, a la vuelta de su corta etapa como emigrante en Caracas, se instaló en la calle Laranxo de Pontevedra, combinando esta residencia con la casa familiar de su mujer Osita Laredo en Viascón. En la Boa Vila desarrolla una importante labor docente en su casa, en el instituto A Xunqueira I, en la Sociedad Cultural y Deportiva de Mourente y para determinados grupos de gaitas locales como Millo Novo o Airiños do Lérez.

Cerdedo-Cotobade, Pontevedra y Vigo le rindieron importantes homenajes. En Carballedo, al lado de la casa consistorial, se instaló un busto en bronce en su honra y anualmente se celebra un Festival Folclórico Memorial Ricardo Portela. Asimismo, en Viascón se creó la Casa da Gaita, con un espacio permanente dedicado a su figura. Vigo le dedicó una calle en 1992 tras su muerte. Pontevedra le dedicó también una calle, una placa conmemorativa en su casa por el 25 aniversario de su muerte y de manera anual celebra el Memorial Ricardo Portela, que lleva 26 ediciones.

Al otro lado de su trayectoria principalmente vinculada a Cerdedo-Cotobade, Pontevedra y Vigo, es importante destacar que Ricardo Portela alcanzó un importante reconocimiento en toda Galicia, y también por parte de muchos gaiteros de otros países, como el caso del bretón Patrick Molard. En la actualidad su pieza Aires de Pontevedra representa Galicia mejor que ningún otro en los denominados Países Celtas.